Nuestra historia
QUIÉNES SOMOS
El equipo de SuperGiz junto a ocho personas más, creamos en octubre de 2015 el colectivo de investigación Autofabricantes. Compuesto por perfiles profesionales muy diferentes, cualidad ésta, que nos permitió afrontar diferentes y complejos proyectos a la vez. Fuimos pioneros en el trabajo colaborativo y creando una metodología de trabajo propia que hemos implantado en varios países de habla hispana.
Más de setenta personas, y varias familias con hijas con alguna diversidad funcional motora colaboraron en los primeros años del proyecto, aportando su conocimiento y necesidad en el día a día de sus hijas.
Trabajamos en siete vías de investigación, donde desarrollamos SuperGiz, un Bipedestador, un Instrumento para Henar, y diferentes prototipos: prótesis mioeléctrica, una bicicleta handbike, una prótesis de pierna y otra de brazo completa.
En noviembre de 2016 la empresa social Nación Pirata y la Fundación Rafa Puede nos proponen una idea que internamente, el grupo ya nos la habíamos hecho unos meses atrás: “Desarrollar una prótesis de miembro superior que no imite la morfología de una mano”.
Nuestra historia
Casi 10 años de experiencia
En junio de 2017, tras ocho meses de investigación, diseño, reuniones con familias y de trabajar en más de 7 prototipos de prótesis impresas en 3D, conseguimos dar con una alternativa para niñas , niños y adultos con diversidad funcional en miembros superiores. Había nacido SuperGiz. Llevábamos tiempo pensando cómo podría ser una prótesis de brazo diferente que se pueda adaptar a las necesidades de cualquier persona y circunstancia.
Esto fué posible al pensar el concepto de prótesis sin prejuicios, de manera divertida y escuchando a las más pequeñas y pequeños. –Por qué una prótesis se tiene que parecer a una mano o por qué tiene que hacer lo mismo que una mano “normal”– nos decían algunos peques. Si tenemos la posibilidad de diseñarla desde el inicio, que sea como quieran las niñas y niños que la van a usar.
En todos estos meses, investigamos en la ergonomía, sistema de enganche, usabilidad y materiales de impresión 3D adaptables y duraderos. Todo ello fue posible gracias a la integración de los diferentes perfiles en todas las fases del proyecto.
En estos siete años, SuperGiz ha ido evolucionando y mejorando. Hemos probado más de diez materiales diferentes de impresión 3D hasta conseguir el más adecuado para que se adapte al usuario, sea flexible y resista los esfuerzos, agua y la degradación, además de ser compatible con la piel. Se han realizado decenas de pruebas con usuarios. En colaboración con la UPM (Universidad Politécnica de Madrid) hemos realizado pruebas en laboratorio de materiales, y de esfuerzo, fatiga y cargas de las diferentes partes que forman SuperGiz.
También hemos generado la parametrización del diseño, para poder escalar SuperGiz según el crecimiento de las niñas y niños de una manera más sencilla y rápida.
Más de 40 usuarios ya usan su SuperGiz diariamente.
Hace dos años, nos planteamos que queríamos que SuperGiz llegase al mayor número de posibles usuarios. La mejor manera era conseguir que fuese producto sanitario y formase parte del catálogo de la Seguridad Social de prótesis y ayudas técnicas. Para ello, había que tener varias certificaciones: dos estudios clínicos y pasar un control de calidad por parte de una empresa autorizada externa. De esta manera, conseguiríamos el Marcado CE y podríamos ser productores sanitarios.
Ya hemos realizado el primer estudio clínico de cuarenta casos y pasado el tribunal ético. Este año, realizaremos el segundo estudio clínico de veinte casos nuevos.
Luis Carlos González
Director Ejecutivo
Francisco Díaz Montero
Director de Operaciones
Lidia Contreras
Fisioterapeuta y Terapia Ocupacional
Paola Grandi Lawrence
Diseño 3D y Montaje
Rafael Velázquez
Diseño 3D e Impresión 3D